Estrellas: guías de luz
- Carolina
- 26 ago 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 28 dic 2020
La palabra estrella viene del latín stella. Designa un cuerpo celeste que es fuente de luz, es decir, brilla por sí mismo.
A lo largo de la historia, los seres humanos han plasmado diferentes percepciones sobre los astros. Para los peregrinos y navegantes, el cielo nocturno es una guía de viaje. Para las culturas ancestrales, observar el movimiento de las estrellas era clave para saber cuándo sembrar, cosechar, dónde construir, cómo desplazarse, etc.
Siempre hemos tenido mucha curiosidad por esos cuerpos celestes que, a pesar de estar tan distantes de nuestro planeta, podemos observar, a veces a simple vista, otras veces a través de aparatos como el telescopio.
Para representar las estrellas se ha recurrido a diferentes figuras; algunas veces se dibujan con cuatro, cinco, seis, siete u ocho puntas y a veces con más. Cada una simboliza cosas diferentes, por ejemplo, las estrellas de 8 puntas nos remiten al infinito, al mundo espiritual, al macrocosmos. Las estrellas de 7 puntas están ligadas a las siete notas musicales, a los siete colores del arco iris, a los siete arcángeles, a las siete zonas planetarias, entre otros. Las estrellas de 6 puntas son la representación de la unión de los dos principios que componen la dualidad al estar formadas por dos triángulos equiláteros que apuntan a direcciones opuestas (ya vimos un poco esto en el artículo anterior). Por su parte, las estrellas de 5 puntas representan al hombre, como podemos ver en la figura del Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci.

En general, la estrella es un símbolo que representa la luz, por lo tanto está ligada a los seres de luz a los cuales las culturas han dado diferentes nombres, pero en general son mensajeros celestes que están en contacto entre ambos mundos.

Vamos a profundizar un poco en algunas de las figuras geométricas a través de las que se representan las estrellas. Empecemos por el pentagramas: se conoce como pentagrama pitagórico a un polígono estrellado de 5 puntas. Los filósofos pitagóricos lo tenían como emblema y creían que en su figura se encontraba la “proporción divina”; tanto ellos como otros grupos que lo adoptaron como símbolo, relacionaron las matemáticas con la geometría sagrada, el misticismo y la estética en las construcciones.
El símbolo de esta estrella de 5 puntas, es el Hombre (ser humano) entre el cielo y la tierra. Es el centro y también un símbolo de conocimiento.
Por su parte, dentro de la medicina china, se habla de un cielo anterior, donde a partir de la idea se empieza a formar lo que llegará al plano de lo concreto; ya en ese plano, que llamaremos terrestre, se encuentran los 5 reinos mutantes que tienen un ciclo de generación: Agua -> Madera -> Fuego -> Tierra -> Metal, y un ciclo de control que forma la estrella de 5 puntas:


Ahora analicemos un poco la estrella de 6 puntas, que es conocida como Sello de Salomón o Escudo de David. Para los hermetistas, el triángulo que apunta hacia arriba significa el fuego y el triángulo que apunta hacia abajo significa el agua, además, en los ángulos laterales se sitúa el aire a la izquierda y la tierra a la derecha; así quedan los cuatro elementos dentro del mismo símbolo. También allí se engloban los principales metales y los cinco planetas, la luna y el sol, que juntos son los que representan los siete días de la semana como vimos en el artículo anterior que hablaba sobre el hexágono y las flores de seis pétalos. La representación de la alquimia a través de la cual lo imperfecto se convierte en lo perfecto es lo que nos muestra este símbolo.
Por su parte, la estrella de 8 puntas es una de las más interesantes. El 8 es un número que simboliza lo infinito, muestra el equilibrio perfecto en la naturaleza, representa al loto y también las direcciones cardinales, por lo tanto, la ubicación. Por ejemplo, la rosa de los vientos y las brújulas tienen una estrella de 8 picos. El 8 es el número de los radios de la rueda y además, en el yoga y el budismo se habla de senderos que tienen 8 pasos para alcanzar la cima (los 8 peldaños del Yoga según Patanjali y el Noble Camino Óctuple, respectivamente).

La forma octagonal es una mezcla entre el cuadrado y el círculo, el cuadrado como representación de la tierra y el círculo del cielo, por lo tanto el octágono es ese equilibrio entre ambos. Además, 8 son los agujeros del hueso sacro, ese espacio sagrado en donde la energía creativa o sexual, llamada kundalini en el Tantra, se enrosca 3 vueltas y media y espera a ser despertada para ascender por la columna hasta la coronilla, formando espirales.

El octágono es una figura usada en el Feng Shui para mostrar los 8 aspectos que componen la armonía, el equilibrio, la relación, el arte y la unicidad. Hablábamos en el artículo pasado sobre el Octograma de Fu Shi y éste es también usado en lo que se conoce como Pakua, ocho estados de cambio
En cuanto a las deidades, 8 son las puntas que simbolizan la estrella de Ishtar (nombre acadio) o Innana (nombre sumerio), diosas equivalentes que eran consideradas el principio Divino Femenino, dicha estrella es en realidad el planeta Venus, reconocido como uno de los astros más brillantes.
Venus como astro matutino y vespertino está asociado a la ciclicidad vida-muerte-vida, pues es visible en el amanecer que es como el nacimiento y al atardecer que es como la muerte. Venus no sólo era la diosa romana asociada a la Afrodita de los griegos, sino que es un nombre que engloba a las diferentes Diosas Madre; recordemos que a las figuras de piedra que representaban a las diosas más ancestrales de Europa y otros lugares del mundo se les conocía como Venus.
En uno de los panteones de India, encontramos a Lakshmi, consorte de Vishnu. Ella tiene 8 manifestaciones llamadas Ashta Lakshmi, las cuales representan el origen espiritual, lo primigenio (Aadi), el alimento (Dhaanya), el conocimiento (Vidya), el dinero (Dhana), la progenie (Santaana), la abundancia (Gaja), el coraje y la paciencia (Dhairya), y la victoria o el éxito (Vijaya). Por estas características, existe una estrella de Lakshmi con 8 puntas en la que se sobreponen dos cuadrados, similar a la estrella tartésica, o a la que se ve en la cultura islámica llamada Rub el hizb.

Por otro lado, Sirius, la estrella más luminosa del cielo nocturno visible desde la Tierra, también está representada en la carta del tarot con el arcano mayor (número 17: 1+7=8) que es La Estrella (L’Étoile). Sirius es la estrella que representa a Isis, la diosa madre de la cultura ancestral en Egipto.

Para terminar, dos estrellas más y muy mencionadas, son la de Belén y la Polar. De la primera podemos decir que nadie sabe a ciencia cierta a qué estrella se referían en la Biblia al narrar el nacimiento de Jesús, lo que se dice es que los Tres Reyes Magos eran en realidad astrónomos y se guiaban por las estrellas para viajar y para determinar fenómenos. Se dice que la estrella de Belén es la “casa de Dios”.
De la segunda, la estrella Polar, podemos decir que es el punto de referencia que marca el norte y a partir de ella se configuran las demás como guías para caminar y navegar. También es denominada como el “hogar del Dios supremo” y es por eso que el norte es tan importante; la brújula siempre señala hacia el norte magnético terrestre.

En cuanto al hemisferio sur, hay un conjunto de estrellas conocido como la Cruz del Sur (constelación Crux). En las culturas indígenas americanas, la forma de ubicarse en el hemisferio sur es a través de esta constelación, compuesta por 4 estrellas principales que forman una cruz al unirse. La representación de esto se hace a través de una chacana que en quechua significa “escalera”. A través de ella se representa el ciclo de un año y las festividades más importantes que son 8.
Al igual que los celtas en su rueda del año, las comunidades ancestrales en América del Sur también celebran 8 fiestas según los solsticios, equinoccios y los intermedios entre ellos.
También en las culturas indígenas de América se ve el símbolo de la estrella de 8 puntas como representación de Venus, como se puede notar en la bandera mapuche.
Muchas cosas se pueden seguir estudiando sobre las estrellas y sus símbolos, sin embargo, por hoy voy a dejar dos apuntes más: a la Virgen María se le conoce como Stella Maris (Estrella del Mar) siendo símbolo del Divino Femenino como guía y protección. Además de María, madre de Jesús, en aquella época las mujeres que lo acompañaron en sus predicaciones también se llamaban María; entre ellas había 3 especiales. Aún no se han puesto de acuerdo quiénes son, pero vamos a decir aquí que son María Magdalena, María Salomé y María de Cleofás, tres mujeres miróforas, es decir, guardianas de los aceites para ungir, especialmente de la mirra. Las Tres Marías es el nombre con el que se conocen 3 estrellas del cinturón de Orión (también las llaman Los Tres Reyes Magos). Estas estrellas son: Alnilam, Mintaka y Alnitak que son justamente las que se alinean con las 3 pirámides de Giza en Egipto cada día 8 del mes 8 (agosto), en lo que conocemos por Portal del León.
Hoy no haré conclusiones, pues creo que este es un tema que queda abierto para la exploración según el interés personal. Lo único que diré para cerrar este texto es que cada cultura ha interpretado la importancia de las estrellas, ya sea como luminarias, guías, hogar de los dioses, predicción de fenómenos, entre otros; pero lo que sí es común para todos los seres de la Tierra es la importancia de nuestro sol, que es también una estrella y que sin su calor, este planeta no tendría vida. Además, ya lo dijo Carl Sagan:
“El cosmos está dentro de nosotros. Estamos hechos de la misma sustancia que las estrellas”.
Carolina

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